Reflexiones sobre los clásicos: Rousseau

C:\Documents and Settings\OEM\Configuración local\Archivos temporales de Internet\Content.MSO\WordWebPagePreview\Rousseau_Mónica.htm

lunes, 20 de septiembre de 2010

Controles Platón

Martínez González Pedro Alberto



02/08/2010


“La Republica” -- Platón

El libro comienza con Glaucon y Sócrates, después de las fiestas de la diosa atenea, se encuentran con Polemarco y otros que regresaban de las fiestas. Sócrates se encuentra con Céfalo, a quien saluda muy cordial y le pregunta que como considera su ancianidad. Él le dice que a pesar de algunos deterioros, tolerar la vejez depende mucho del carácter. Sócrates le responde que su vejes es buena, lo que influye es su riqueza. A lo que Céfalo le explica que no tiene nada que ver con la condición económica, sino del criterio con el que se afrontará esta etapa final de la vida humana, ya que la vejez podía ser igualmente satisfactoria para un pobre que para una persona privilegiada por su riqueza, de igual manera se podía padecer en la fortuna o en la miseria, era simplemente una cuestión de criterio, establece que el sufrimiento con el que se vive la vejez no atiende a una situación monetaria, más bien se rige por las idea de la muerte que se ve cercana, padeciendo y volviendo tortuosa esta etapa tanto a ricos como a pobres.

Sócrates plantea en la justicia una virtud que el hombre ha de alcanzar, teniendo como anti tesis de esta a la injusticia, producto de la maldad e ignorancia de las personas, debido a que no actúan con conocimiento de causa y cimenten sus acciones en razonamientos equívocos, puntualizando en este mismo sentido que Sócrates antepone a la educación como el medio idóneo para el alcance de las libertades, quedando así de manifiesto su método para la construcción del conocimiento, la dialéctica, la cual trata sobre la confrontación de una idea y la refutación de esta misma, obteniendo de esta manera una síntesis y llegando de este modo al conocimiento racional.

La idea que propone de Justicia establece que cada persona que se califique como tal debe dirigir su actuar procurando dar a cada quien el trato y todo aquello que le corresponde, aun si esto significare dar un trato grosero a una persona que se considerara mala, un enemigo, y dar concesiones y buen trato a un amigo.

Sócrates establece como elementos importantes de toda sociedad a las necesidades del hombre, ya que busca la saciedad de estas carencias mediante la interacción con otros individuos, siendo obvio que en solitario le sería en extremo difícil el apoderarse de estos. Sócrates también hace una jerarquización de las necesidades humanas, según lo que había observado de distintas poblaciones, dictamina que la necesidad con supremacía es la alimentaria, estableciendo que algo básico en la constitución de una sociedad sana es el aseguramiento de la provisión de alimentos, siguiendo a este, la habitación y el vestido, debido a que según su razonamiento son estas las necesidades de las cuales depende nuestro ser y nuestra misma existencia. Dependiendo la generación de estos satisfactores de un número mínimo de pobladores para asegurar el bienestar de una ciudad sana, Sócrates plantea como mínimo la paupérrima cantidad de cuatro o cinco hombres, cada uno de estos dedicado en especial a una labor en particular dedicando todo su esfuerzo para beneficio de toda la comunidad, comprendiendo que una persona dedicada solo a un oficio podrá desempeñar una mejor obra, atendiendo por obviedad a su aptitudes, encaminando estas a la labor para la que mas cualidades muestre.

Aunque su idea básica y hasta cierta medida antigua se sustentaba en pocos hombres, esto no impedía, según su concepción que la sociedad pudiera crecer y volverse un tanto más compleja y por tanto más especializada, con mas hombres que realizaran tareas determinadas y consiguiendo así no solo satisfacer sus necesidades, sino pudiendo también exportar a otras ciudades, llevando así productos a quienes los necesitan.

Los simientes de la Educación, entendida ésta como base indispensable para la consecución de la justicia, se sustenta en tres ideas básicas; la música, la gimnasia y el arte de la guerra. Dice que a las mujeres se les debe emplear en las mismas tareas que al hombre, por lo tanto se les daría la misma enseñanza a ambos. Ya que la mujer tiene por naturaleza el acceso a todas las labores al igual que el hombre, solo que la de la mujer es más débil y la del hombre son más fuertes.

Después nos habla sobre el Estado y dice que no habrá estados perfectos hasta que el gobernante de este sea un filósofo, ya que el filósofo es el que ama la sabiduría, tiene buena disposición para todas las ciencias y gusta de contemplar la verdad. Menciona que los adolescentes cuando abordan la filosofía al llegar a su parte más difícil la abandonan, por esto dice que hay que darles una educación apropiada a su edad, y poco a poco hacerlos ocuparse de la filosofía.

Sócrates concluye señalando que la grandeza y complejidad de la ciudad no determina su perfectibilidad.



Fuentes:

Platón; La República; Libros I-VI, consultado en:

http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Platon/LaRepublica_00.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario